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Obras completas en prosa de Quevedo, 2003-2020

En 2003 el grupo de investigación “Francisco de Quevedo” de la Universidad de Santiago de Compostela inició el proceso de edición crítica y anotada de la obra en prosa completa del gran escritor. Desde su comienzo recibió ininterrumpidamente financiación nacional y autonómica. La editorial Castalia, en cuyo catálogo figuran estudios de renombre sobre varias obras quevedescas, asumió también el reto de poner al alcance de los lectores unas Obras completas en prosa a la altura del siglo XXI, en textos reproducidos con criterios ecdóticos adecuados y exhaustivamente anotados. Ese objetivo fue alcanzado en octubre de 2020 con la publicación del volumen octavo y último, cerrando así el ciclo.

Volumen I, 1

Obras crítico-literarias, ed. Antonio Azaustre

Sueños y discursos, ed. Ignacio Arelllano

Volumen I, 2  

Discurso de todos los diablos, ed. Alfonso Rey

La Fortuna con seso y la Hora de todos, ed. Lía Schwartz

Volumen II, 1

Obras burlescas, ed. Antonio Azaustre

Volumen II, 2

Historia de la vida del Buscón, ed. Pablo Jauralde

Volumen III, comentarios históricos y políticos

Carta del rey don Fernando el Católico, ed. Carmen Peraita

Grandes anales de quince días, ed. Victoriano Roncero

Mundo caduco, ed. Victoriano Roncero

El chitón de la tarabillas, ed. Manuel Ángel Candelas Colodrón

Carta a Luis XIII, ed. Carmen Peraita

Visita y anotomía de la cabeza de Richeleu, ed. Josette Riandière la Roche

Breve compendio de los servicios del duque de Lerma, ed. Alfonso Rey

Respuesta al manifiesto del duque de Berganza, ed. María Soledad Arredondo

La rebelión de Barcelona, ed. Manuel Urí

Panegírico a la majestad de Felipe IV, ed. Alfonso Rey

Volumen IV, tratados morales

Doctrina moral del conocimiento propio, ed. María José Alonso Veloso

La cuna y la sepultura, ed. de Sandra Valiñas Jar y  María Vallejo González

Las cuatro fantasmas de la vida, ed. Alfonso Rey y María José Alonso Veloso

Virtud militante contra las cuatro pestes del mundo, ed. Alfonso Rey

Doctrina estoica, ed. Fernando Rodríguez-Gallego

De los remedios de cualquier fortuna, ed. Fernando Rodríguez-Gallego

Volumen V, tratados políticos

Discurso de las privanzas, ed. Eva Díaz Martínez

Política de Dios, ed. Eva Díaz Martínez (primera parte) y Rodrigo Cacho Casal (segunda parte)

Primera parte de la vida de Marco Bruto, ed. María José Alonso Veloso

Volumen VI, memoriales

A Felipe III, ed. Alfonso Rey

Que se debe escusar la publicidad en los castigos, ed. Alfonso Rey

Lince de Italia u zahorí español, ed. Manuel Urí

Memorial por el patronato de Santiago, ed. Manuel Ángel Candelas Colodrón

Su espada por Santiago, ed. Manuel Ángel Candelas Colodrón

Execración por la fe católica, ed. María José Alonso Veloso

Memorial que escribió don Francisco de Quevedo al Conde-Duque, ed. Alfonso Rey

Memorial de don Francisco de Quevedo suplicando su soltura de la prisión, ed. Alfonso Rey

Volumen VII, obras religiosas

La primera y más disimulada persecución de los judíos, ed. María José Alonso Veloso

Epítome a la vida de santo Tomás de Villanueva, ed. Carmen Peraita

Sobre las palabras que dijo Cristo a su santísima Madre en las bodas de Caná de Galilea, ed. María José Alonso Veloso

Lo que pretendió el Espíritu Sancto con el Libro de la sabiduría, ed. María José Alonso Veloso

Declamación de Jesucristo, hijo de Dios, a su eterno Padre en el huerto, ed. María José Alonso Veloso

Homilía de la Santísima Trinidad, ed. Alfonso Rey

Homilía a la Santísima Trinidad, ed. Alfonso Rey

La constancia y paciencia del santo Job, ed. Valentina Nider

El martirio pretensor, ed. María José Alonso Veloso

Providencia de Dios, padecida de los que la niegan y gozada de los que la confiesan, ed. Alfonso Rey

Que hay Dios y providencia divina ed. María José Alonso Veloso

La caída para levantarse, el ciego para dar la vista, el montante de la Iglesia en la vida de san Pablo apóstol, ed. Valentina Nider

Cuatro textos atribuidos, ed. María José Alonso Veloso

Volumen VIII, elogios, polémicas y juicios literarios

España defendida y los tiempos de ahora, ed. Victoriano Roncero.

La perinola, ed. Fernando Plata Parga

Al padre Pineda, ed. María José Alonso Veloso

Censuras y elogios de libro ajenos, ed. Alfonso Rey

Dos obras atribuidas: Comento contra setenta y tres estancias; Censura del tratado que Francisco Morovelli publicó, ed. María José Alonso Veloso

En el aspecto meramente cuantitativo el balance de estos años se resume en pocas palabras: hemos estudiado literariamente, editado críticamente y anotado filológicamente 81obras de variable extensión y complejidad, ninguna sencilla. En un número elevado de casos se reinició lo que había quedado interrumpido desde la edición de Astrana Marín de 1932, cuando no la de Fernández-Guerra de 1859. La versatilidad literaria y la complejidad ideológica de Quevedo no quedaban debidamente reflejadas en las pocas obras que se solían mencionar y estudiar. Creemos que con la presente edición se pueden entender mejor la riqueza de su pensamiento y estilo, la diversidad de géneros cultivados y las variadas facetas de su ideología, tan representativo del siglo XVII español.   

Nuestros volúmenes son un todo hilvanado, no una agregación de contribuciones aisladas, y tal unidad de propósito se plasma en una estructura mantenida de modo uniforme a lo largo de todos ellos. De este modo la prosa quevediana se ofrece como un gran libro, plural y unitario a la vez. Los ocho prólogos de carácter crítico literario que anteceden a cada tomo buscan la contextualización histórica y cultural, con el acento puesto en el dilema que conoció Quevedo: los últimos días de una cultura clásica, patrística y humanística que, con todo su prestigio, cedía terreno ante un racionalismo metodológico que se iba apoderando, precisamente, de aquellos campos que tanto le interesaron: la política, la historia, la religión y la filosofía moral.

Esa cohesión se plasma en una estructura mantenida de modo uniforme: 1) cada volumen se abre con el mencionado estudio literario, que pretende recoger el más reciente estado de la cuestión en materia de bibliografía crítica, a la vez que trata de situar r el pensamiento de Quevedo dentro de las corrientes ideológicas de su tiempo; 2) cada una de las obras editadas va precedida por un estudio textual donde se plantean, por este orden, las cuestiones relativas a autoría, fecha de redacción, recensión y método editorial seguido; 3) el texto crítico, con notas explicativas a pie de página, se completa al final con una relación de las fuentes utilizadas utilizadas y el pertinente aparato de variantes; 4) cerrando cada volumen vienen sus apéndices generales, es decir, el índice de voces y conceptos anotados así como la pertinente bibliografía crítica.

Con respecto a obras completas anteriores, la edición que ahora comentamos descarta las atribuciones incorrectas (por ejemplo, Migajas sentenciosas, La sombra de Mos de la Forza, Relación en que se declaran las trazas con que Francia he pretendido inquietar), añade textos entonces desconocidos (Execración por la fe católica), y ofrece otras según nuevos manuscritos (Consideraciones sobre el Testamento nuevo, Al Padre Juan de Pineda). También es novedosa la separación de obras incorrectamente agrupadas como una sola. De este modo se presentan diferenciadas Virtud militante contra las cuatro pestes del mundo y Las cuatro fantasmas de la vida: Homilía de la santísima Trinidad y Homilía a la santísima Trinidad; Providencia de Dios y Que hay Dios y providencia divina. Obviamente se han tenido muy en cuenta las más recientes ediciones parciales de títulos sueltos, tan renovadoras en varios casos. Hecha tal aclaración es evidente que son muchas las obras que por primera vez se editan críticamente y/o filológicamente. Entre otros títulos cabe recordar, además de los que se acaban de mencionar, Política de Dios, Marco Bruto, La constancia y paciencia del santo Job, La caída para levantarse, Lo que pretendió el Espíritu Santo con el Libro de la sabiduría y otros cuya mención sería prolija. Son reseñables también algunas ediciones críticas y anotadas que actualizan investigaciones precedentes, como sucede con las recientes de España defendida o La caída para levantarse, por citar solamente dos casos.    

Estas nuevas obras completas, además de ofrecer textos más seguros y mejor interpretados, abre la puerta a investigaciones adicionales. Por ejemplo, la exhaustiva bibliografía de las fuentes manuscritas e impresas de los siglos XVII-XIX, con la mención de las bibliotecas que las custodian, permitirá conocer el entorno geográfico y económico en el cual se difundió la obra de Quevedo, es decir, una especie de sociología de sus lectores. Asimismo, gracias a estas obras completas ya será posible un nuevo vocabulario de Quevedo, que actualice el benemérito pero limitado trabajo que en 1957 llevó a cabo Carlos Fernández Gómez, el cual se complementaría con los Índices de la poesía de Quevedo publicados en 1993 por Fernández-Azaustre. También, con estos nuevos textos existe una base más segura para una concordancia de palabras y un listado de voces anotadas. Entrados ya en la época de la lingüística de corpus, una adecuada digitalización permitirá sintetizar y clasificar, además del rico léxico y otros aspectos de su lengua. 

Aunque ninguna edición crítica es definitiva y ninguna anotación aclara la totalidad de un texto, humildemente creemos haber subsanado bastantes de las carencias que eran evidentes a la altura de 2003, cuando echó a andar esta empresa. Así lo demuestran numerosos datos relativos a problemas de autoría y fecha de redacción, descripción de testimonios, cotejo de variantes e identificación de fuentes. En otro aspecto, lo mismo se puede decir de la explicación de referencias históricas, culturales y literarias.

A la hora de ilustrar la lengua de Quevedo se ha prestado especial atención a su compleja sintaxis, como reflejan varias glosas explicativas a pie de página. Esa dificultad suele ir unida a la de la correcta puntuación de una prosa conceptista que, aun habiendo descartado el hipérbaton y la anástrofe, dista de ser sencilla. Tal vez la puntuación de los manuscritos e impresos del siglo XVII, incluidos los autógrafos quevedianos, inclina a quien los transcribe a dejarse llevar por una suerte de ritmo que no siempre es compatible con las indicaciones que en materia de puntuación hace la Real Academia Española. Pervive más de lo deseable una suerte de aceptación acrítica de la forma de puntuar que en su día adoptó Fernández-Guerra, la cual responde a una situación que no es la del siglo XXI.  La prosa de Quevedo, diferente de la de Gracián, Paravicino o Saavedra Fajardo, con su tendencia a insertar expresiones conceptuosas breves en el interior de períodos extensos, constituye a veces una fuente de dificultades que sólo una anotación cuidadosa logra resolver. Se trata de un rasgo literario, entre lo sintáctico y lo semántico, que agradecería un acabado estudio lingüístico. 

Os contidos desta páxina actualizáronse o 03.05.2023.