El trabajo, titulado “Diseño, síntesis y estudio de α,γ-ciclopéptidos que contienen γ-aminoácidos funcionalizados en el carbono β”, se centra en la preparación de una nueva familia de α,γ-ciclopéptidos con una cavidad interna funcionalizada, y estudia los procesos de auto-ensamblaje implicados en la formación de las correspondientes estructuras supramoleculares.
La estudiante de doctorado del CiQUS Nuria Rodríguez Vázquez ha defendido esta mañana en la Facultad de Química su tesis doctoral titulada “Diseño, síntesis y estudio de α,g-ciclopéptidos que contienen g-aminoácidos funcionalizados en el carbono b”, que ha contado con la supervisión de los profesores Juan R. Granja Guillán y Manuel Amorín López.
En ella, se explica cómo los ciclopéptidos formados por α- y γ-aminoácidos adoptan una conformación plana que les permite apilarse para formar estructuras tubulares de dimensionas nanométricas con propiedades programables según la secuencia de los aminoácidos que conforman la estructura peptídica.
La utilización de los γ-aminoácidos aporta la gran ventaja de que permite modificar el interior de la cavidad de los nanotubos sin interferir en los procesos de auto-ensamblaje de los ciclopéptidos. Para ello, se modifica el carbono β que queda orientado hacia el interior del canal cuando los ciclopéptidos adoptan la conformación plana. Esta funcionalización interna resulta fundamental para el desarrollo las aplicaciones de los nanotubos peptídicos en las que se usa su canal interno, tal como el transporte iónico o molecular, las separaciones o la catálisis.
En este contexto, la tesis doctoral se centra en la preparación de una nueva familia de α,γ-ciclopéptidos con una cavidad interna funcionalizada, estudiándose los procesos de auto-ensamblaje implicados en la formación de las correspondientes estructuras supramoleculares. De esta forma, la incorporación en la secuencia peptídica de γ-aminoácidos funcionalizados en posición β permite desarrollar transportadores moleculares e iónicos selectivos (ej. derivados del cis-platino, aniones como el cloruro, etc.) y sensores para el reconocimiento molecular (ej. metanol, metales, diácidos carboxílicos, aniones como el carbonato, etc.), demostrándose así el potencial que supone el modificar la cavidad interna de los nanotubos peptídicos.