
La monografía aborda el estudio comparado de la denominada canción de mujer, desde los primeros textos escritos en latín hasta sus manifestaciones en los cancioneros castellanos de los siglos XV y XVI. Tras proceder a la demarcación de la mencionada modalidad literaria, el volumen analiza sus características poéticas y temáticas. El recorrido efectuado muestra que en todas las tradiciones se constata un doble movimiento, que, en ocasiones, fue aprovechado por los trovadores y juglares para componer canciones caracterizadas por un considerable grado de hibridez textual. Así, por una parte, se percibe la tendencia a integrar los poemas en las modas estéticas imperantes (sobre todo, desde el punto de vista formal) y, por otra, a introducir en ellos referentes primitivos de carácter tradicional que marcan el discurso lírico de manera sugestiva y singular.