El diálogo entre tradiciones. El giro del Libro del Tesoro castellano

Pilar Lorenzo Gradín

Hasta el año 2007, los especialistas solo podían consultar la versión castellana del Livres dou Tresor de Brunetto Latini en la edición de S. Baldwin (1989), pero en esa fecha Mª N. Sánchez publicó una nueva edición de la obra. Dicho trabajo ofrece un texto que, al cotejarlo con el fijado por el estudioso americano, presenta lecturas diferentes en abundantes pasajes. En el mismo año 2007, P. Beltrami coordinó una nueva edición de la enciclopedia francesa para la que tomó como base el ms V2 (Verona Biblioteca Capitolare DVIII). En nuestra contribución hemos procedido a confrontar la versión publicada por el filólogo italiano y la realizada por Sánchez. Dicha operación fue determinante, porque  permitió que se acercara la traducción castellana al manuscrito francés V2 y su grupo. Una vez establecido el origen del Libro del Tesoro, percibimos que la  mayoría de los errores que hasta el momento se imputaban al traductor no obedecían a su pluma o a sus tendencias interpretativas, sino que eran lecciones que ya se encontraban en el modelo que trasladaba. Además, la relación que la versión castellana mantiene con el citado códice V2 y su familia muestra que dicha traducción (por oposición a los textos aragonés y catalán) depende de la tradición manuscrita del Tresor que se gestó en los territorios franceses del Mediterráneo oriental.